http://hectorgaray.wordpress.com/2010/05/18/da-da-dance-project/
Otro de los grupos internacionales que se presentó en el Festival Avant Garde en Mérida fue el grupo originario de los Estados Unidos: Da·Da·Dance Project. Un punto a destacar es la calidad de los dos intérpretes que conforman el grupo y que uno de ellos es un bailarín mexicano: Guillermo Ortega Tanus, el otro integrante es la bailarina Eun Jung Choi. Su participación en el festival me provocó reflexiones sobre la interpretación en dueto. Conocemos más o menos las implicaciones que tienen los dúos en el ballet y su posibilidad de mostrar el virtusosismo de los bailarines. Sabemos que las intenciones del contemporáneo van por otro sendero, pero si pueden establecer fieles lazos de comunicación en bailarines que trabajan en pareja.
El trabajo en pareja en el escenario es el más comprometedor de todos y casi siempre se apela a él para mostrar lo esencial de temáticas y formas. En el teatro grandes luchas se dan en parejas que muestran su intimidad. y son eñ otur de force de las obras. La comunicación entre los intérpretes es fundamental para transmitir al público la intención de la obra. La comunicación se basa en la relación que establece la pareja, esta puede ser armónica, pero por lo general suele se antagónica. La tensión dramática es la más evidente para percibir estados de ánimo e historias.
Guillermo y Eun Jung establecen un juego complejo y cautivador en Getting UP, coreografía de Luke Gutgsell. A la vez es confrontación y a la vez es seducción de un par de seres. Mitad rivales mitad cómplices. Y así en juego de mitades, la primera mitad de la coreografía es sin música o la música es el silencio, y la segunda parte está dada por la atmósfera provocada por una canción que nos recuerda un aire romántico.
Pero en donde muestran la sabiduría que han adquirido como artistas de la escena estos integrantes de Da Da Dance Project es en los movimientos corporales. Deciden por la compenetración de los cuerpos que se tocan constantemente a ras de piso. Así se trasladan através del escenario, así se comunican ente sí. Y así van transmitiéndonos una serie de matices que nos conmueven. ¿Se trata de amantes? Probablemente, pero de esos que tienen que ver con el desencanto de un sociedad que alrededor nuestro pinta las paredes de gris. Como si tuvieran la necesidad de respirarse uno a uno se tocan y hablan, lo logran a travñes de una original forma de moverse. En la intimidad, los personajes se atreven a la cercanía elocuente, al toque sensual de frentes y no de sexos. En este movimiento se va dando un tono general de la obra, un tono contenido, el volcán a punto de ebullición.
La presencia de Da·Da·Dance Project en Mérida en el Festival Avant Garde fue un encuentro muy grato. Ojalá la relación con nuestro país se pueda dar con más frecuencia. Además de sus presentaciones impartieron un curso y montar obra nueva a un grupo local de Mérida. Ojalá los veamos pronto.